lunes, 7 de mayo de 2012

VIAJE A MARRUECOS-NORTE (del 1 al 5 de abril de 2012)

DIARIO DE VIAJE, día 1 de abril de 2012 (domingo)

A través de internet, aproximadamente con un mes de antelación hacemos las reservas de los hoteles y del billete del ferry.

Para ir a Tánger en ferry desde España tenemos dos opciones. La primera es la que hemos escogido en anteriores viajes, con la compañía FRS que opera desde el puerto de Tarifa, es un trayecto rápido, en 45 minutos aproximadamente te deja en el puerto de la ciudad de Tánger. Si quieres salir con esta compañía desde el puerto de Algeciras, dispone de un autobús gratuito una hora antes de la salida de cada ferry que te lleva desde el puerto de Algeciras al puerto de Tarifa, al regreso de cada barco a Tarifa también está ese autobús para llevarte de vuelta a Algeciras. Este año hemos escogido la otra opción para cruzar el estrecho, a continuación la detallaremos.

Nuestro viaje comienza a las 9:30, María recoge a Juampe en Montijo y pasan a buscarme (Yo me había quedado dormido y necesitaba unos minutos), de ahí nos vamos a Barbaño a recoger a Javi y Noe. En este viaje hacemos muchísimos kilómetros en coche por lo que la comodidad depende en gran medida de la cantidad de bultos que cargamos, por ello las maletas son lo más pequeñas posibles, llevando solo lo imprescindible, que conste que la maleta más grande fue la de Javi (ya sabemos quien es el más presumido del grupo, jeje).

A las 10:10 estamos en la autovía camino de Algeciras. Nosotros siempre pasamos por esta ciudad porque dejamos el coche en el Colegio Salesiano de allí (un saludo desde aquí para el actual director, José Antonio Perdigones). Al cruzar Sevilla hacemos una breve parada en una gasolinera, para estirar un poco las piernas y que los viciosos puedan fumarse un cigarrillo. Continuamos el viaje por carreteras secundarias para evitar el peaje. A las 14:20 llegamos al Colegio Salesiano de Algeciras, dejamos el coche y nos vamos hasta el puerto, está a unos 15 minutos caminando.

Una vez en el puerto, nos sentamos a comer los bocadillos que llevábamos preparados. Después de esto, con el localizador de nuestra reserva nos dirigimos a una ventanilla, teníamos hecha una reserva para el ferry de las 17:00, pero como vamos muy bien de tiempo (a las 15:20 ya habíamos comido)  la cambiamos y sacamos las tarjetas de embarque para salir en el ferry de las 16:00. Los billetes los habíamos comprado previamente por internet, a través de la web http://www.clickferry.com/. Otros años los hemos hecho a través de la empresa naviera FRS, que tenía una buena oferta que consistía en un paquete de 2 noches de hotel más el billete ida y vuelta por 50 €, incluyendo un autobús gratuito desde el puerto de Algeciras al puerto de Tarifa (que es desde el que parten sus barcos, para llegar al puerto de Tánger), pero este año ha subido a 85 €. El billete con clickferry nos sale por 36.4 € ida y vuelta, partiendo desde Algeciras para llegar aTánger Med. Tanger Med es un nuevo puerto que está a unos 40 km de Tánger.

Puerto de Algeciras

Ferry, al fondo el Peñón de Gibraltar

Noe y Javi en el ferry
 
Nuestro billete es para un barco de la empresa Acciona, sale con 45 minutos de retraso y va muy muy lento. Tarda una hora y media en cruzar el estrecho, mientras que los de FRS lo hacen en 45 minutos. Además la cola para sellar el pasaporte (algo imprescindible antes de salir del barco) es eterna, estamos en ella más de media hora, sufriendo empujones y riñendo con un francés!! Al bajar del barco, un autobús está esperando para llevarnos hasta la entrada del puerto. Allí hay una línea regular de un autobús gratuito que te lleva hasta Tánger, esperamos una media hora a que llegue este servicio. En ese tiempo conocemos a un grupo de estudiantes Erasmus de Granada y hacemos el viaje hasta Tánger con ellos (45 minutos de trayecto). El autobús nos deja en una zona que se llama algo así como “Mahatna”, hay muchos taxis por allí para llevarnos al hotel. Nos alejamos un poco caminando para no sufrir el abuso de los taxistas que están en la zona esperando a los que llegan en ese autobús procedente del puerto y finalmente negociamos con uno de ellos para que nos lleve hasta nuestro primer hotel, por 30 dirhams (2.72 €)

En nuestro viaje, la primera noche y la última las pasamos en Tánger, en ocasiones anteriores nos hemos alojado en el Hotel Continental y el Tanjah Flandria. Como el precio de los dos es muy similar, decidimos reservar una noche en cada uno de ellos para que los nuevos viajeros conozcan los dos hoteles. El Hotel Continental será nuestra primera parada, se encuentra en la medina, es un Hotel muy clásico en la ciudad, en la época dorada de Tánger pasaron por él personajes muy ilustres de la época, desde Churchill hasta Gaudí. Al hacer  la reserva (a través de atrapalo.com) solicitamos preferentemente habitaciones de la primera planta con vistas a la terraza (que en el último viaje nos pareció que tenían mejor apariencia), pero vamos…como el que oye llover, porque no nos hicieron ni caso a la petición.

Nos instalamos en las habitaciones, una doble y una triple, y nos vamos a pasear por la medina y buscar una casa de cambio para conseguir nuestros primeros dirhams. En la calle principal que sube desde el puerto a la medina, atravesando el petit zoco hay muchas casas de cambio, todas con la misma tarifa, 1 € = 11.03 MAD (dirhams). Después de cambiar seguimos caminando sin rumbo por las callejuelas, pasando por la zona del mercado, una primera impresión fuerte para los viajeros primerizos en Marruecos. Allí puede verse la carne colgando en las calles, con unas condiciones higiénicas dudosas, experimentas un impacto visual que va acompañado por la mezcla de olores fuertes, es una sensación nueva que te golpea y te descubre que realmente estás en otro país, en otra cultura muy diferente a la tuya, sientes el cambio de sensaciones al pasar de la zona de la carne a la del pescado, a la de las especias, las hortalizas para finalmente subir por un acceso no muy limpio y volver a coger aire en una de las plazas principales de la ciudad. Nada más salir aparece la primera pareja de niños, de unos 10-12 años, ofreciéndonos amablemente indicarnos donde está la plaza o donde está cualquier cosa para seguidamente pedir “1 euro”, hay que rechazarlos inmediatamente y comenzar a ignorarlos para que vean de forma clara y sin lugar a dudas que no les vamos a dar nada. No se trata de una actitud egoísta por nuestra parte, pero son niños, y su trabajo no puede ser el de seguir a turistas y viajeros para vivir de sus propinas, si nosotros les damos algo estamos fomentando eso y realmente no les estamos ayudando para nada, los estamos condenando a que sigan viviendo de esa mendicidad. En esta plaza compramos agua y unos refrescos y nos sentamos para cenar los bocadillos que llevábamos preparados. Una plaza llena de personas, con casi todos los bancos y sitios donde poder sentarse llenos por grupos de personas, la mayoría de mujeres cubiertas con velas y muchísimos niños correteando por toda la plaza, una imagen que podría ser de una plaza de España, sin embargo “algo” diferente se nota en el ambiente general. Alrededor de la plaza el caos del tráfico marroquí es evidente, tantos carriles como coches caben en la calzada, los petit taxis parando donde les parece para dejar o recoger pasajeros, peatones cruzando por cualquier sitio esquivando espejos y morros de coches, el claxon es un sonido ambiental normal.

Después de descansar un rato en la plaza, nos vamos caminando por la avenida que lleva hacia la parte nueva de la ciudad, paseamos por allí y nos vamos a un restaurante que está en un primer piso con vistas sobre la avenida y hacia el mar, se trata de “La Giralda”, un local muy decorado y con cierto “lujo”, frecuentado por personas de clase media marroquí (que son muy pocos). Allí nos tomamos unos batidos de helado muy muy ricos J. Después de eso nos volvemos paseando a nuestro hotel.

Nos juntamos un ratillo en la habitación, comentamos toda la jornada, nos duchamos y a la cama!! 

Con el grupo de los "Erasmus"

Habitación del Hotel Centra

Baño en habiación del Hotel Continental


Batidos en "La Giralda"
Batidos en "La Giralda"
Hotel Continental
Desyuno en el Hotel Continental


día 2 de abril de 2012 (LUNES)

Nos despertamos aproximadamente a las 8:00 porque hemos quedado para desayunar a las 8:15. El desayuno está incluido en la reserva. La zona donde se sirve es una de las más bonitas del hotel, dispone de una terraza con vistas al puerto de Tánger, pero como el día ha amanecido con una ligera lluvia, no sentamos en el comedor interior. Nos sirven zumo de melocotón, café, un plato con dulces y “croassanes”, mantequilla y mermelada.

A través de internet, con la empresa www.calypsotanger.com habíamos reservado un coche de alquiler, un Dacia Logan gasolina o similar para tres días. A las 9:00 de la mañana nos esperaba en la recepción del hotel un responsable de la empresa para entregarnos el vehículo y la documentación. Nos informa que no le queda ningún coche de gasolina de la categoría de nuestra reserva, por lo que nos dan uno diesel por el mismo precio. El coche está muy nuevo y tiene muy pocos kilómetros.

A las 9:30 aprox. estamos montados en el coche, saliendo del hotel y viviendo la aventura de cruzar Tánger buscando la carretera en dirección Tetuán para después desviarnos hasta Chefchaouen, con la única ayuda de un mapa Michelín de carreteras de Marruecos. El primer año que visitamos esta zona, hicimos una parada en Tetuán para conocer la ciudad pero pensamos que no merece la pena perder tiempo en ella y hacemos el viaje directo a Chefchaouen, haciendo solo una parada en el camino para descansar un poco en una zona en mitad de las montañas con vistas a un precioso lago. 


Lago camino a Chefchaouen



Lago camino a Chefchaouen

Chefchaouen, Chaouen o Xaouen es un pueblecito encantador, situado en un amplio valle de la cordillera del Rif, donde se respira un aire fresco y limpio, con una medina pequeña y manejable. La mayor parte de los edificios son de un cegador azul claro. Llegamos a él a las 12:00, tardando unas 2 horas y media aproximadamente desde que salimos de Tánger, la distancia puede es de 105 km pero las carreteras tienen muchas curvas y hay mucho tráfico, por lo que no podemos ir a mucha velocidad.

Al llegar a Chaouen buscamos el Hotel Parador, dejamos el coche en los aparcamientos que tiene (acordando con el “guarda” pagarle 4 mad al recogerlo al día siguiente), y entramos en la medina para buscar nuestro nuevo alojamiento. A través internet teníamos hecha una reserva en la Pensión Gernika (hostalgernika@hotmail.com), que estaba muy bien recomendada en los foros de viajeros, reservamos una habitación doble y una triple por 100 mad por persona. La Pensión Gernika está a 5 minutos andando desde donde dejamos el coche, muy cerca de la Kasba y la plaza Uta el Hammam. Es una casa con 3 plantas y unas 3 habitaciones en cada una de ella aproximadamente, en la planta baja está la recepción, una pequeño comedor y una salita con una chimenea que da un olor a leña quemada muy agradable por todo el edificio. En la parte superior tiene una terraza en dos niveles, pequeñita pero muy encantadora, con unas vistas inmejorables a las montañas. Las habitaciones son pequeñas, pero muy acogedoras, con todo lo esencial. 
Habitación en la Pensión Gernika

 Vistas en la terraza de la Pensión Gernika



Terraza de la Pensión Gernika


Una vez dejadas la maletas en las habitaciones, y aprovechando que no llueve, salimos a dar una primera vuelta por la medina. Pasamos por la Plaza Uta el Hammam y caminamos sin mucho rumbo por las calles más cercanas a la kasba, sin alejarnos de esa zona para hacer tiempo y después comer por allí. Mientras paseamos hay momentos en los que llueve, pero es una fina lluvia y entre las calles estrechas no nos mojamos demasiado por lo que podemos andar con cierta tranquilidad; además, no sabemos si sería por la lluvia o porque era muy temprano, pero la mayoría de las casas-tiendas están cerradas y hay muy poca gente por las calles Pasear con esa tranquilidad después de venir de Tánger es una sensación extraña pero muy gratificante, las calles con esa luz azul cobran aun más encanto y nos permiten disfrutar de una manera especial de nuestra visita. Cruzamos la medina y salimos por la puerta Bab Al-Ansar, donde el río que baja de la montaña se acerca al pueblo y hay una zona donde las mujeres actualmente bajan a lavar la ropa con el agua del río. En este trayecto nos cruzamos con algo que realmente nos sorprendió a todos, más que nada por que no teníamos ni idea de qué estaba pasando: nos cruzamos con un grupo de mujeres, la mayoría de ellas vestidas de blanco, que iban cantando y gritando de forma muy alegre, a nosotros se nos vino a la mente el típico grupo de amigas que (en España) van junto a la novia el día de su despedida de soltera, cantando y riendo con ella. No sabemos si será algo parecido o no tiene absolutamente nada que ver…pero ahí se queda por sí alguien algún día puede explicarnos de qué se trataba.

Hamam (casa de baño público)

 Fuente pública en Chefchaouen


Medina  de Chefchaouen

Medina  de Chefchaouen

 Medina  de Chefchaouen


Zona de lavadero junto al río

 Zona de lavadero junto al río


 María y Noe en el lavadero


  Medina  de Chefchaouen


  Medina  de Chefchaouen


                                                              Medina  de Chefchaouen

Cuando se acercó la hora de comer estuvimos mirando en varios restaurantes para ver qué ofrecía cada uno y a qué precios, estábamos indecisos entre comer en uno de los que están justo en la plaza Uta el Hammam y otro que lo llevaba un catalán y estaba por encima de la plaza, en una terraza con vistas a la kasba. Optamos por este último. Comimos tajin de kefta, couscous con pollo y tres platos combinados de huevos, pinchitos y patatas, 2 botellas grandes de agua y 3 tes, todo por 32.4 dirhams por persona.
Después de comer fuimos a visitar la kasba (fortaleza). Está en la plaza Uta el Hammam y es muy pequeña, una parte está convertida en un museo etnográfico donde te explican a través de paneles la historia de Chaouen, también hay trajes típicos, armas y utensilios de trabajo y el hogar. Se conserva una de las torres, a la que se puede subir y hay unas vistas muy buenas sobre el pueblo. Otra parte interesante que tiene es la antigua prisión. Lo demás es una zona de jardines donde puedes descansar un rato si estás en un día muy caluroso.

     Cous-cous con pollo y verduras


         Terraza del restaurante

  Plato combinado

           Vistas desde de la torre de la kasba

 Tajin de kefta


Restaurante de Chechchauen



Jardín  de la kasba 


Juampe en el jardín de la kasba

Jardín  de la kasba


Noe en espejo del museo etnográfico 


Juampe en el interior del museo etnográfico

Noe y Javi en el interior del museo etnográfico

María y Paco en el interior del museo etnográfico

Parte interior  de la kasba 


Interior de la kasba

 Prisión de la kasba


 Prisión de la kasba

Prisión de la kasba

 Prisión de la kasba


Vistas desde de la torre de la kasba



Vistas desde la torre de la kasba 

Después de visitar la kasba, volvemos a recorrer la medina, sn rumbo fijo llegamos hasta la puerta Bab Al-Ain y volvemos a atravesar toda la medina hasta la zona del lavadero. Ahora se ven muchas más tiendas abiertas y más gente por las calles. Paramos un rato en la tienda de Abderrahim Hackem, un joven de 22 años con el que hablamos durante largo rato. Cuando llegamos al final de la calle, a la zona del río, nos sentamos en la terraza que hay justo al bajar, frente a las montañas, compramos unas bolsas de chuches y paramos al menos una hora allí sentados tomándonos unos tes, zumos o café a gusto de cada un@ . Las bolsas de chuches nos cuestan 1 dirham cada una (menos de 10 céntimos de euro) por lo que compramos de todos los modelos que vemos para probar de todo!!
Cuando va cayendo la noche nos ponemos en camino otra vez y buscamos un lugar para cenar, pasamos por una pizzería que no conocíamos, muy cerca del Hotel Parador (Pizzería Mandala), pero no había sitio para sentarnos y finalmente decidimos ir a otro restaurante donde ya habíamos cenado otro año. Antes de llegar, pasamos por un hotel que nos pareció muy bonito por fuera y decidimos entrar para ver si podíamos verlo y preguntar precios para un futuro viaje. Se trataba de un hotel nuevo en el interior de la medina, muy cerca del nuestro y está dirigido por un español, el Riad Nerja es una casa reformada muy similar a la Pensión Gernika pero más amplia y bastante acogedora. Si en un futuro volvemos a Chaouen nos alojaremos en este hotel (www.riadnerjachaouen.com).
Después de cenar todos tajines de pollo, patatas fritas y ensalada, nos volvemos al hotel. Al llegar pasamos un ratillo hablando en la terraza, donde había varios grupos de jóvenes, es una pena que nuestro viaje sea tan rápido pasando de una ciudad a otra cada día, si pudiésemos estar más tiempo en cada sitio estos momentos son ideales para conocer a gente. Después de este ratillo nos vamos a las habitaciones, nos duchamos y a dormir.

                                                               Maquina de palomitas en Chaouen

                                                                               Medina de Chaouen


                                                                           Medina de Chaouen


                                                                         Medina de Chaouen


                                                                              Medina de Chaouen

                                                                            Medina de Chaouen


                                                                           Medina de Chaouen


                                                                             Medina de Chaouen


                                                                              Medina de Chaouen

                                                                             Medina de Chaouen


                                                                              Medina de Chaouen


                                                                                Medina de Chaouen


                                                                              Medina de Chaouen


                                                                            Medina de Chaouen


                                                                  Terraza en la Medina de Chaouen



día 3 de abril de 2012 (MARTES)

Nos despertamos a las 8:00, recogemos las maletas y salimos del hotel. A las 8:30 estamos montados en el coche y salimos de Chaouen para ir a la ciudad de Fez. Salimos por una carretera siguiendo las indicaciones a la ciudad de Ouezzane y una vez allí nos desviaremos hacia el sur, a Fez. En total recorreremos una distancia de 206.8 km. En un principio la carretera es igual que en el trayecto a Chaouen el día anterior, obligándonos a llevar una velocidad media de 60-70 km/h, pero cuanto más al sur estamos la pista va mejorando, desaparecen las pendientes y aparecen tramos rectos en los que podemos ir más rápido, con mucho cuidad con los límites de velocidad porque hay numerosos controles de policía con radares. A las dos horas aproximadamente, pasamos por una recta muy larga que desciende y cruza una lago pequeño, ahí paramos unos 15 minutos para comer algo de la comida que llevábamos para los viajes largos. Continuamos y poco después nos encontramos a la izquierda con unas vistas de postal, un enorme lago con unos montes al fondo.

Ya habíamos pasado por ahí en los dos viajes anteriores y ahora observamos una diferencia muy grande en el paisaje, el volumen de agua ha descendido muchísimo. Zonas que antes estaban totalmente cubiertas de agua ahora se utilizan como campos de cultivo. Aquí paramos unos 5-10 minutos y después continuamos el viaje hasta Fez. Finalmente, a las 12:00 después de 3 horas y media de viaje llegamos a la puerta del Hotel Jnane Sbile de Fez.

Fez, con casi un millón de habitantes, es la tercera ciudad del país después de Casablanca y Rabat. Sin embargo, está considerada como el centro religioso y cultural de Marruecos. Su universidad, famosa por el estudio del árabe y la religión musulmana, la convierten en punto de paso de un gran número de estudiantes marroquíes. Es la más antigua de las ciudades imperiales marroquíes.

La ciudad se divide en tres zonas, Fez el-Bali, la zona antigua, dentro de las murallas, Fès el-Jdid, la zona nueva, donde se encuentra la Mellah, el barrio judío, y la Ville Nouvelle (Villa Nueva), la zona francesa en el noroeste de la ciudad. La medina de Fez el-Bali, la mayor de las dos de la ciudad, es la mayor zona peatonal del mundo, y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981. Orientarse por ella puede resultar muy confuso, pero el ir perdiéndose y encontrando de nuevo el camino constituye un modo estupendo de explorar el barrio antiguo.

El primer año que estuvimos en esta ciudad nos alojamos en el Hotel Jnane Sbile, bonito y situado a 150 metros de la puerta Bab Boujloud, una de las principales entradas a la medina. Tras mandar varios e-mails a la dirección que aparece en su página web y no obtener respuesta, hacemos la reserva a través del portal www.hoteles.com. Al no disponer de habitaciones triples libres, reservamos dos dobles y en una de ellas pedimos una cama supletoria, saliendo la reserva final por 152 MAD por persona (13.78 €).

          Habitación del Hotel Jnane Sbile

Tras dejar las maletas en las habitaciones, nos dirigimos hacia la puerta Bab Boujloud, donde normalmente hay guías oficiales para contratarlos. Al llegar no vimos a ninguno, pero al rato se acercó un señor de unos 40 años, diciéndonos que el era guía. Le preguntamos precio y varias cosas más, porque la primera impresión que tuvimos de él no fue muy fiable, incluso le pedimos que nos mostrara su tarjeta de identificación como guía oficial. Los años anteriores, lo guías oficiales que habíamos visto llevaban colgando del cuello una credencial que los identificaba como guías oficiales, este hombre nos mostró una que llevaba guardada en el bolsillo y volvió a guardársela después de mostrárnosla. Tal vez esa fuera la clave, los guías oficiales siempre la llevan en lugar visible, incluso durante la visita. El caso es que como tampoco vimos a ningún otro, quedamos con él en que íbamos a dar una vuelta cortita por nuestra cuenta, comeríamos y sobre las 3 del mediodía volveríamos a salir para comenzar con él la visita guiada. Y así lo hicimos, dimos una vuelta por las dos calles principales y volvimos a la entrada para buscar un restaurante en el que comer; tras mirar varios nos decidimos por repetir en el del Chef Said, donde ya habíamos comido en otras ocasiones. Como entrantes nos puso unos platitos pequeños de lentejas y frijones que estaban muy muy buenos, con un puntito picante, además pedimos tajines de kefta y pinchitos de pollo, de postre nos puso unos dulces típicos y unas naranjas con fresas, además del te de menta. Comimos en las mesas que tenía en la calle, muy cerca de la puerta de la medina, un lugar muy transitado y siempre acompañados por una música de fondo…el disco completo de los Gipsy Kings!

Tal y como habíamos quedado, sobre las 3 del mediodía salimos a buscar a nuestro guía para comenzar con la visita oficial a la medina de Fez. Durante algo menos de 2 horas estuvimos andando por un laberinto de más de 9000 callejuelas. Visitamos el barrio de las curtidurías y entramos en una de ellas, supuestamente la más antigua de toda África, allí nos explicaron todo el proceso que se sigue para elaborar los productos de cuero, desde que se arranca la piel del animal hasta que se vende el producto en un cooperativa. El olor en la terraza de la curtiduría era muy fuerte, para aliviarlo un poco nos dieron unas ramitas de menta para ir oliéndola. También visitamos una farmacia tradicional, donde nos explicaron cómo producían aceite de argán y sus productos derivados con todas sus funciones y utilidades beneficiosas; en esta farmacia también elaboraban cantidad de perfumes, cremas y productos todos hechos con materiales naturales. También nos llevó a una cooperativa donde se fabricaban alfombras y tapices, algunos según su tamaño podían costar hasta 30000 €; pudimos ver como tres mujeres trabajaban en un telar tradicional en la confección de una alfombra, nuestras 3 chicas probaron y experimentaron el trabajo, un proceso muy duro, de una dificultad elevada que requiere de una gran memoria para saber que color de hilo usar en cada momento conforme al dibujo que debe tener el producto final. También hicimos la visita típica a una tienda de multitud de pañuelos, telas y vestidos de mil colores diferentes, donde enseñan a los turistas a colocarse un pañuelo en la cabeza a la forma tradicional. Aunque pueda parecer que la visita guiada fue muy completa, los que habíamos estado otras veces supimos que algo fallaba, el guía no explicaba prácticamente nada y eso hace que la visita “pierda mucho color”.  En otras ocasiones, los guías no paraban de hablar y explicar todo lo que íbamos viendo, además nos hablaban mucho de su cultura, de la vida diaria de allí, de su organización social, muchos pequeños detalles que hacen que una visita a una ciudad pueda verse en color o en blanco y negro, desgraciadamente este guía “oficial” nos llevó por la visita en blanco y negro.

Cuando acabó la visita guiada seguimos callejeando por nuestra cuenta, era el momento para parar en las cientos de tiendas y puestecillos que había por cualquier sitio. El momento de las compras de zapatillas de imitación (aunque recomendamos para esto las tiendas de Asilah), la hora de regatear para conseguir el mejor precio posible. Y así estuvimos hasta las 20.30 aproximadamente, de tienda en tienda, comprando zapatillas, pañuelos, teteras, camisetas,… Cuando fueron cerrando las tiendas nos fuimos al hotel, dejamos las bolsas y con el coche nos fuimos a la parte nueva de la ciudad. Esta zona no tiene nada que ver con lo que habíamos visto, se trata de una ciudad totalmente de nuestro estilo, avenidas amplias, supermercados, McDonalds,…dimos una vuelta con el coche para verla y buscamos aparcamiento cerca de un restaurante tipo italiano que ya conocíamos de otro año. Cenamos hamburguesas y paninis con patatas, a un precio muy barato; si alguien vuelve recomendamos que tengan mucho cuidado con las salsas, Juampe y Yo echamos lo que creíamos que era mostaza y tuvimos que tirar entera nuestra hambuerguesa porque eso sabía a pegamento, puajj!!
Después de la cena volvimos al hotel y mientras las chicas se iban duchando, los chicos fuimos a un pequeño local chill-lounge que hay justo al lado del hotel a tomarnos algo, es uno de los pocos sitios “modernos” y que sirven alcohol en la ciudad. Sobre la 1:00 ya estábamos todos duchados y a la cama!




Bab Boujloud, Fez

Restaurante Chef Said

 Postres en restaurante Chef Said


Curtiduría de Fez

 Gatos en una calle de Fez


Mezquita vista desde la calle

Callejuela de Fez, Javier Ambrona

 Noelia, Javi y María

Farmacia tradicional de Fez

 Telar para confeccionar alfombras


 Cabeza de camello en la puerta de una carnicería


Tienda de Fez

 Tienda de Fez



Puerta del Palacio Real de Fez


día 4 de abril de 2012 (MIÉRCOLES)

Nos despertamos aproximadamente a las 8:00, recogemos nuestras cosas y nos vamos al coche. Antes de salir de Fez, subimos con el coche a una colina donde se encuentran las ruinas del fuerte Borj Norte, lugar donde se disfruta de una de las mejores panorámicas de la ciudad. Además, en la colina hay un mar de cegadoras tumbas blancas, las tumbas benemerines. Después de estar unos 15-20 minutos contemplando las vistas, volvemos al coche y salimos de Fez siguiendo la dirección Meknes.

Panorámica de Fez

 Ruinas en las afueras de Fez


 Tumbas benemerines


Juampe en Fez

 Los cinco viajeros en Fez


   Javi meditando bajo un olivo

Salir de Fez por la dirección correcta fue de lo más complicado del viaje, es una ciudad muy grande de la que parten muchas carreteras y tras dudar en varios puntos salimos por donde pudimos, que no fue la misma carretera que otros años pero llegamos igualmente a nuestro destino. Solo sabíamos que debíamos seguir las indicaciones para Meknes, Ouazzanne y después desviarnos hacia Sidi-Kacem, seguir al norte dirección Souk-el-Arba-du-Rharb y Ksar-el-Kebir, después dirección Larache y poco antes de llegar a esta ciudad cogemos la autopista hasta Asilah, nuestro destino. Una vez que salimos de Fez tardamos 3 horas y 20 minutos en llegar a Larache por carreteras secundarias, donde cogimos la autopista y en media hora más estábamos en el pueblo de Asilah. En total el viaje duró 3 horas y 50 minutos, haciendo una breve parada de 5 minutos  para mirar el mapa. Por el camino atravesamos una tromba de agua impresionante, de esas en las que hay momentos en los que no puedes ver la carretera, y mientras que Yo me agarraba al volante con todos los sentidos en alerta y Juampe de copiloto intentaba animarme podéis ver como vivieron la situación el resto de “compañeros”: 

      Dormidos y casi roncando…

Asilah es un pueblo pequeñito del norte de Maruuecos, se encuentra a una media hora de Tánger. Tiene una medina pequeña y manejable, pegada a la costa con una playa muy corta pegada al puerto, pero siguiendo la costa en dirección norte se encuentran muchas otras playas en muy buen estado. Un pueblo en el que es muy recomendable comer pescado, y así lo hicimos.

A pesar de las dificultades de la mañana para salir de Fez, y de los puntos en los que pensábamos que estábamos perdidos a lo largo del camino, a las 13:15 ya teníamos el coche aparcado en Asilah y estábamos caminado hacia el restaurante donde ya habíamos comido en anteriores viajes. Justo al lado hay una casa de cambio Wester Union, donde entramos para cambiar algo más de dinero para el último día y las últimas compras. Después de cambiar entramos en el restaurante y comimos unas ensaladas, sardinas, calamares y pasta, con la bebida incluida todo por 4.32 € por persona.

  Después de comer nos fuimos hacia la medina, allí estuvimos paseando y al final del recorrido fuimos a la zona de las tiendas, hay muy pocas pero son muy buenas para las compras. Zapatillas, chandals, sudaderas, sandalias, polos,…todo de muy buena calidad y a muy buenos precios, además los chicos que las llevan son muy amables, han aprendido español con una profesora andaluza y tienen una acento mezcla marroquí-gaditano muy curioso.

Puerto de Asilah


Puerto de Asilah

Playa de Asilah

Muralla en la medina de Asilah

 Medina de Asilah


Noe haciéndose un tatuaje de Henna

Los cinco con los dueños de tiendas de Asilah

Después de estar un tiempo comprando, sobre las 17:30 salimos de Asilah para ir a visitar algo que llevábamos varios años intentándolo y no nos había dado tiempo, se trata de las “Grutas de Hércules”, una cueva que está en una playa muy cerca de Tánger. Justo antes de llegar a la ciudad, viniendo del sur como veníamos nosotros, sale una carretera a la izquierda que lleva hasta la costa, continuando por ahí llegamos al lugar que buscábamos. Es importante llegar con la luz del día, para poder visitar la cueva y ver como entra el mar en el interior. Es una cueva muy pequeña y después de pasar una rato en ella y hacernos unas fotos, nos salimos fuera donde hay varias terrazas en las que te puedes sentar para contemplar el paisaje, el lugar con el mar rompiendo fuertemente contra las rocas es un sitio con un encanto especial para ver la puesta de sol.

Entrada a la Gruta de Hércules

Exterior de la Gruta de Hércules

Gruta de Hércules

 Exterior de la Gruta de Hércules


Gruta de Hércules

 Exterior de la Gruta de Hércules


 Gruta de Hércules


                                                                      Gruta de Hércules

Tras la puesta de sol volvimos al coche y continuamos hasta Tánger, estábamos muy cerca, a unos 10-15 minutos. El problema en ese momento fue entrar en la ciudad y situarnos para llegar hasta nuestro hotel. Para esta última noche teníamos alojamiento en el Hotel Tanjah Flandria, que se encuentra justo en la avenida principal de la parte céntrica de Tánger (Bulevar Mohamed V), frente al Hotel Rembrandt. El hotel lo han reformado en los últimos años y ha mejorado bastante, en la última planta han construido un moderno spa (de pago) y una piscina de uso común en la terraza. Justo enfrente acaban de construir un centro comercial “Tanger Boulevard” muy moderno, con una terraza con vistas al mar donde hay varios restaurantes. La noche en este hotel en régimen de alojamiento y desayuno nos costó 23.30 € por pax. El mejor precio para esta reserva lo encontramos en la web www.atrapalo.com.

Al llegar al hotel paramos justo en la puerta y llamamos por teléfono a la empresa de alquiler del coche para que vinieran a recogerlo, tardaron unos 15 minutos y tras revisar que estaba todo en orden cogimos nuestras cosas y nos instalamos en el hotel en el que pasaríamos nuestra última noche. Después de dejar las cosas y descansar unos minutos, nos fuimos a una de las mejores pizzerías del mundo, la pizzería Gondole se encuentra dos calles paralelas por debajo del hotel. Está regentado por un italo-marroquí, cocinan las pizzas en un horno de leña, es un local pequeño con pocas mesas y tuvimos que hacer cola durante un ratillo, pero merece la pena. 


 Pizzería Gondole

Después de cenar nos fuimos al paseo marítimo para dar un paseo, entramos en una de las discotecas más famosas de Támger, la “555” es un local muy moderno, cuenta con una terraza con piscina, un salón comedor independiente y una discoteca cerrada. Por ahí pasan DJ’s conocidos internacionalmente y se organizan muchas fiestas. Los precios de las bebidas son muy similares a los locales de España. A lo largo del paseo hay varios locales más, pero solo entramos en el “555”. Continuamos con nuestro paseo y cuando comenzó a chispear nos volvimos al hotel, nos tomamos un te en la cafetería para hacer un poco de tiempo y sobre las 12 de la noche nos fuimos a las habitaciones, un rato de charla tranquila y a dormir!

   Terraza de la discoteca 555


           Comedor del Hotel Tanjah Flandria


     Recepción del Hotel Tanjah Flandria

día 5 de abril de 2012 (JUEVES)

Nos despertamos aproximadamente a las 9:00, recogimos nuestras cosas y nos fuimos al comedor del hotel para desayunar. El desayuno es tipo buffet con café, zumos, leche, dulces, tostadas, cereales,… Después de desayunar teníamos pensado salir por Tánger para dar una última vuelta por la medina para comprar las últimas cosas, pero el tiempo estaba muy malo y llovía con bastante intensidad por lo que estuvimos casi una hora en la recepción del hotel esperando a que el tiempo mejorara. Cuando nos cansamos de esperar salimos a la calle y cobijándonos donde podíamos llegamos al zoco y al poco rato dejó de llover y pudimos pasar el resto de la mañana con tranquilidad por las callejuelas de tienda en tienda.

Sobre las 13:00 pasamos por una pastelería para comprar unos dulces típicos y traerlos de regalo para la familia, y después de esa compra nos fuimos a uno de los restaurantes nuevos que había en la terraza del “Tanger Bulevar”, frente a nuestro hotel. Allí comimos en un sitio muy bonito con vistas al mar. Después de la comida recogimos las maletas del hotel y cogimos un taxi que nos llevó hasta el punto donde nos dejó el primer día el autobús gratuito que enlaza la ciudad con el puerto Tánger Med. A las 15:00 salió el autobús y nos llevó al puerto en unos 45 minutos aproximadamente. Allí tuvimos que esperar mucho tiempo hasta la salida de nuestro barco, teníamos reserva en el que salía a las 18:00 pero se retrasó y salió casi media hora tarde. Cuando llegamos a Algeciras eran las 22:30 hora española. En el puerto cogimos un taxi Javi y Yo para que nos llevara hasta el Colegio Salesiano a recoger nuestro coche y volver al puerto a por el resto de pasajeros. A las 23:00 estábamos en el coche camino a Puebla de la Calzada. Al salir de Sevilla vimos un McDonalds abierto 24h al pie de la autovía y paramos una media hora para cenar algo. Continuamos el viaje y a las 3:30 estábamos de regreso en Barbaño City para dejar a Javi y Noe en sus casas, el viaje continuó hasta Montijo para dejar a Juampe y parar en su puerta para que pasara una procesión. Finalmente, a las 4:00 de la madrugada me bajaba del coche en la puerta de mi casa y daba por finalizado el viaje, oooohhhhhhhhh…pero bueno próximamente máaaassss!!!!  Próximo destino… Estámbul? Croacia? Praga de nuevo? Polonia? 

 Medina de Tánger


  Javi con un vendedor de relojes en Tánger

 Medina de Tánger


  Restaurante en Tánger Bulevar



   Puerto de Algeciras